Descubre y practica el «slow investing»: mayor rentabilidad, menor sufrimiento

Te presento la filosofía de inversión que he adoptado como consecuencia de dos décadas de experiencia y que me ha dado grandes resultados económicos y emocionales.

Es una mezcla de diferentes movimientos. La he bautizado «slow investing».

Obtienes muy buenos resultados pero la mayoría no tiene la disciplina necesaria para practicarla. En tu caso, ¿te atreves a unirte?

Las prisas nos matan. A (casi) todos.
Queremos hacer tanto que habitualmente acabamos por hacer muchas cosas sin apenas impacto.

Además, ese multitasking de tareas superficiales nos acaba produciendo habitualmente dolor de cabeza y una sensación de fracaso que nos persigue cómo el hedor persigue al borracho la mañana siguiente al botellón.

¿Antiproductividad radical o productividad máxima?

Un nuevo movimiento parece que está cobrando fuerza. El de la antiproductividad.
Con un libro recomendado por el mismo Barack Obama en la cabeza de este movimiento (How To Do Nothing de Jenny Odell) parece que los fans del «dolce far niente» siguen acumulándose y alzando su voz cada vez más.

Un movimiento en el que menos es más. En el que parece que no hacer nada es lo que va a llenar de felicidad nuestras vidas.

Calma.

Hay dos extremos muy claros.

Por un lado, el de la productividad máxima, basada en el principio de tener que aprovechar hasta el último de nuestros minutos representado por metodologías implacables y ciertamente algo tediosas como la de Getting Things Done (GTD) inventada por infinitos seres humanos que usan su sentido común y estructurada y vendida por el popular gurú David Allen.

En un lado opuesto, el de negar la importancia de la productividad y sólo destacar su lado negativo. Una filosofía basada en el de vagar por este mundo sin apenas objetivos como si apenas fuéramos mariposas que sólo esperan el viento o la atracción de las flores que aleatoriamente les indican su camino.

Foto: Productividad máxima o antiproductividad radical: 2 movimientos que se enfrentan por conseguir «tu atención» (Foto: Unsplash)

Después de analizar ambas propuestas resulta que NO ME QUEDO con ninguna de las dos.

Me quedo más con un término medio inventado por Cal Newport donde nos habla del concepto «slow productivity» que ha inspirado mi propia filosofía de inversión a la que he bautizado como «slow investing».

Principios del «slow productivity» como base de inspiración del «slow investing»

El slow productivity es un concepto, a priori, más complejo de explicar que la productividad radical o la antiproductividad (porque en los grises es donde reside habitualmente la sabiduría de este mundo) pero donde hay tres requerimientos muy claros:

  1. Hacer poco
  2. Con alto impacto
  3. Y hacer actividades que requieren de un trabajo profundo (o de un deep work como el autor llama al trabajo de mucho valor y no fácilmente replicable).

Los principios son claros. En una sociedad dominada por «chutes de dopamina» constantes provocados por la incesante presión de infinitas y crecientes distracciones, aquellos que son capaces de “producir” a través de un trabajo que requiera de mindfulness o de una concentración máxima parten con mucha ventaja. 

El output de producción de estos “activos” es difícil de replicar pues ya hemos dicho que la mayoría de trabajadores actuales solo navega con viento a favor y con el impulso de lo fácil y accesible.

Las Bases de la Slow Productivity:
Poco y que requiera de un trabajo de Concentración Profundo =
= Mayores posibilidades de que tenga un alto impacto

Podríamos poner muchos ejemplos de “outputs” de trabajo de gran calidad como consecuencia del “deep work”.

Algunos «ejemplos de outputs top» como consecuencia de la filosofía de la slow productivity podrían ser:

  • El podcast Kaizen de Jaime Rodríguez de Santiago: Claramente existe una preparación previa del podcast 10 veces superior a lo habitual. Jaime escribe antes del episodio la mayor parte de lo que va a decir. Y eso precisa de mucho tiempo y de mucho deep work. Pero luego el resultado es mucho más profundo y escapa de las conversaciones de cafetería de la mayoría de nuevos podcasts que han surgido recientemente como las setas aparecen en un otoño lluvioso.
  • Hector Ruiz es neurobiólogo. Y escribe artículos profundos acerca del aprendizaje. Los artículos de los científicos como él son profundos. Escribir un artículo científico es uno de los trabajos de mayor deep focus que existe. Y por ello, a veces, son artículos arduos, duros y difíciles de leer. Pero nadie dijo que avanzar en la ciencia fuera un trabajo fácil. Su libro «Aprendiendo a aprender» es una maravilla (muy divulgativo y en este caso más fácil de seguir que sus artículos).
  • Las novelas de señores escritores como por ejemplo Javier Cercas.
    De Cercas lo leo todo. De hecho siempre compro los libros en pre-venta para que el día del lanzamiento al despertarme mi kindle haya automáticamente descargado su último libro.
    ¿Y por qué leo siempre a Cercas?
    Primero porque escribe sin miedo acerca de temas de actuales (políticos, filosóficos y de historia). Sus protagonistas se meten en unos «berenjenales» que él aprovecha para lanzar frases que se quedan en la mente del lector durante días (y que sus críticos aprovechan para lincharle mediáticamente). Mezcla de ficción, mezcla de realidad. Cualquiera que lea a este señor escritor entenderá que sólo un maestro de la concentración máxima es capaz de producir historias con su nivel de pulcritud tanto en su contenido como en su continente.
  • ¿El blog de Inversor Directivo? Me gustaría pensar que sigue los principios del slow investing. Aunque al final sólo los lectores podréis decidirlo de forma individual (para algunos sin duda así será, para otros a los que aún 😉 no «he conseguido enganchar» será un blog más).
    Escribo con una frecuencia media-baja (cada dos semanas habitualmente). Artículos de más de 3.000 palabras. Podría dividirlos en 3 y publicar cada 5 días artículos más superficiales. Pero no. Los artículos salen del tamaño que ellos mismos necesitan una vez los voy desarrollando con calma. Los artículos son seres vivos. Los artículos necesitan crearse en un proceso que dura semanas. Van madurando a medida que nuevas ideas van apareciendo en mi cabeza.
    Cumplo los requisitos del slow productivity: trabajo profundo (sólo escribo muy temprano cuando no hay ruido en casa), con producción baja (unos 25 artículos al año) y con un impacto muy superior a los artículos de la mayoría de blogs (en tráfico y nuevos suscriptores).

La magia del slow investing

¿Y en el mundo de la inversión? ¿Existen outputs parecidos? ¿Existen outputs potentes frutos de «hacer lo difícil» y huir de lo que la mayoría hace?

En el mundo de la inversión vamos a bautizar un movimiento similar. Le llamaremos slow investing.

El slow investing escapa de modas.

El slow investing consiste en escapar de los fogonazos de dopamina de las ganancias temporales que muchos afirman tener. Las redes sociales están llenas de imágenes de pantallazos que muestran rendimientos estratosféricos conseguidos en criptomonedas con nombre tan raros como inpronunciables.

Siguiendo el símil, el slow investing consiste en:

(1) Crear pocos activos
(2) Que tengan mucho impacto
(3) Y que requieran de un nivel alto de complejidad (o disciplina) para ser creados

Y al igual que en el caso de la slow productivity, son pocos los que consiguen practicar bien el slow investing.

Por ello, aquellos que lo consiguen tienen mejores resultados (consiguen más) y viven mucho mejor (con menos dolores de cabeza y sufrimiento).

Sólo unos pocos consiguen practicar el slow investing

  • Son pocos los que practican el slow investing porque es difícil.
  • Son pocos los que practican el slow investing porque hay que tener las cosas muy claras.
  • Son pocos los que practican el slow investing porque hay que apagar la radio con frecuencia.
  • Son pocos los que practican el slow investing porque hay que hacer un trabajo previo de mucho mindfulness.

A continuación, te voy a mostrar cómo puedes iniciar un camino para practicar el slow investing en diferentes tipos de activos y obtener dos de sus principales beneficios al practicarlo:

  1. Crear activos con buenas rentabilidades (sostenibles en el tiempo).
  2. Vivir con mucho menos stress (al ver tus inversiones desde una perspectiva en tercera persona).
Los beneficios del slow investing son muy potentes, pero pocos están dispuestos a pagar su precio. Foto: Unsplash

Practicando el slow investing en distintas clases de activos

En la renta variable, con la inversión inmobiliaria o al invertir en start-ups. Veamos cómo podemos aplicar el slow investing para cada una de esta clase de activos.

1.- Practicando el slow investing al invertir en Renta Variable

El método es sencillo.  Muchos lo empiezan (pocos lo mantenien).

En este tipo de inversión hay dos pasos a realizar.

  1. El primero es entender qué cantidad de inversión periódica en fondos índices o ETFs quieres efectuar en base a tu «asset allocation» y obviamente configurarla (o bien a través de suscripciones periódicas por tu parte a través de un banco tipo Renta4 (la banca tradicional a veces no comercializa los fondos índices porque sus comisiones son muy bajas) o bien a través de un indexador tipo Indexa).

    Bien. La primera parte es la fácil.
  2. El segundo paso es cumplir con esa inversión periódica durante al menos 5-7 años sople el viento que sople. Esta parte ya es más compleja.
    La mayoría encuentra infinitas excusas para no cumplirlo a rajatabla.
    Necesito un coche mejor ahora que he aumentado mi familia, ahora hay una guerra y ya entraré cuando haya bajado la bolsa, me paso a las cripto que estoy haciendo el pardillo y mi vida se consume a marchas forzadas, el gurú de turno dice que esto de tener paciencia es de «pringaos losers» que sólo quieren disfrutar de la vida cuando se hayan jubilados…
    Muchos se apuntan al gimnasio. Pocos continuan yendo 5 años más tarde. Pues eso. Lo mismo.

Lo mejor viene ahora.

Si cumples con los dos pasos durante un periodo de 5 a 7 años seguido habrás creado un activo que cumple con las premisas del slow investing.

Un activo que:

  • No te genera dolores de cabeza (tienes un sistema en «el que confías» y la ejecución está automatizada).
  • Te va a «regalar» una rentabilidad interesante los siguientes 5 años ya que la probabilidad de perder dinero es muy pero que muy pequeña si inviertes cada mes durante 10-12 años.
  • Está al alcance de pocos porque la mayoría no tiene la disciplina necesaria y pierde su tiempo y su dinero saltando de flor en flor.
Pantallazo de rentabilidad 6 años después de «empezar a crear un activo». No te engañes. El activo se ha creado ahora (después de 6 años), no al empezar. Es un activo diversificado en tiempo y mercado que puede soportar caídas importantes (que siempre llegan) con mucha facilidad

De un tiempo a acá, parece que la gente ha descubierto la indexación. Incluso, puedes pensar que tú ya lo estás cumpliendo.

Bueno. Ya veremos.
Cuando el mercado baje un 30%, 40% o un 50% durante un periodo largo de tiempo me gustará ver los que siguen aplicando el slow investing y siguen invirtiendo todos los meses la misma cantidad.

En la última década la tendencia ha sido muy alcista. Tarde o temprano toca bajada. Vendrá porque siempre viene.
De momento no ha bajado nada. Apenas algo más de un 15% al inicio del 2022 provocada por la invasión de Russia en Ucrania. Esta bajada no es absolutamente nada.

Al final, siempre ocurre lo mismo. Cuando empieza a bajar de verdad, la mayoría tendrá miedo y reaccionará de dos potenciales formas distintas: (1) cambiará de estrategia de inversión intentando hacer «market timing» intentando comprar activos que creen que en el futuro subirán más o peor aún (2) dejarán de invertir.  

Ambas estrategias son incorrectas. Pero ambas estrategias son muy humanas. Nuestro cerebro reptiliano nos empuja a actuar cuando nos enfrentamos a un problema.

Y gracias a esa dificultad natural los que somos capaces de practicar el slow investing tenemos una ventaja enorme en comparación al resto de inversores.

En casa, lo practicamos con Indexa en nuestros planes de pensiones y con fondos indexados Amundi para nuestra renta variable.

Como ya hemos alcanzado el periodo inicial que te recomendaba (más de 5 años invirtiendo) ya hemos creado un activo “resiliente”. Hemos generado más de un 50% de rentabilidad. Y somos conscientes que la podemos perder en cualquier momentos. Sin duda. Pero nosotros, a lo nuestro. A seguir practicando el slow investing.

Gracias a eso nuestra preocupación con la guerra de Ukrania o con el problema macro que toque de turno no es con el impacto que tenga en nuestras finanzas personales. Nuestra única preocupación es acerca del sufrimiento humano que se está viviendo en una zona cercana. ¡Cómo es posible que nos cueste tanto aprender a los humanos y que siempre acabemos cayendo en los mismos errores!

6 años más tarde después de empezar, siempre ves con mucha perspectiva las caídas de mercado.
Como por ejemplo la que ha ocurrido con la invasión Russa en Ukrania de inicios del 2022

Así que te animo a que practiques el slow investing al invertir en renta variable.

Recuerda, 2 pasos:

  1. Empieza a indexarte. El 99% del esfuerzo deberás ponerlo aquí al definir tu asset allocation y configurar tu sistema.
    99% del esfuerzo, 1% del mérito (porque hacerlo es un juego de niños).
  2. Mantén tu inversión sin cambios durante 5-7 años (pocos serán capaces de cumplirlo porque los humanos somos muy predecibles y siempre caemos en los mismos errores).
    El 1% del esfuerzo irá aquí (no tienes que hacer nada). El 99% del mérito corresponde a este paso (la mayoría será incapaz de mantener su sistema tanto tiempo).

Fíjate que el esfuerzo y el mérito no correlan en este caso. ¿A qué liga juegas? ¿A la del 1% de los mortales o a la del 99%?

2.- Practicando el slow investing al invertir en Inmuebles

Practicar el slow investing al invertir en inmuebles es obviamente también muy recomendable y parte de una premisa muy clara.

De entrada tenemos que huir de los pelotazos.
Los pelotazos o el juego del todo o nada se podría resumir en una estrategia basada en el siguiente principio.

Inviertes en un tipo de activo que:

  • Si va bien vas a ganar mucho dinero.
  • Si va mal la lías pardísima (es decir, puedes acabar arruinado).

Si esa es tu estrategia para invertir en inmuebles vamos muy mal. No. Eso no vale.

Lo que yo propongo es un tipo de inversión slow donde el principio más importante es:

  • Si la inversión va bien vas a ganar mucho dinero (en un periodo de tiempo largo, cuanto más te acerques a una década más dinero ganarás).
  • Si la inversión va mal tu vida no se cae a trozos y de alguna forma puedes recuperar toda o una parte muy importante de tu inversión.

Bien. ¿Y cómo se hace eso?, ¿cómo podemos practicar el slow investing al invertir en inmuebles?

Lo primero es entender que cuando inviertes en inmuebles de forma directa tu principal activo es tu conocimiento.

Es decir, si sabes encontrar y gestionar viviendas para alquilar en una determinada zona (recuerda que el negocio inmobiliario es muy local) de forma rentable habrás adquirido una habilidad que te permitirá adquirir patrimonio y flujo de caja ahora y en el futuro. Y eso vale un potosí. Es como el que es capaz de aprender una profesión en la que siempre tendrá clientes.

Así que invertir en adquirir esos conocimientos en base a tus experiencias formará parte de la estrategia correcta del slow investing.

Tu principal activo al invertir en inmuebles de forma recurrente es tu conocimiento.
Eres capaz de transformar «algo que a simple vista no parece una buena inversión» en un activo que te aporta todos los meses. Y eso no se aprende de la noche a la mañana. De nuevo aplica la magia del slow investing.
Foto: Unsplash

Lo primero que deberás hacer es adquirir algún tipo de activo inmobiliario acorde a tus posibilidades iniciales.
Quizás al inicio será un parking porque tu capital y/o tu capacidad de financiación no te da para más. Bueno. No hay problema. Lo importante es que al adquirir ese parking, podrás aprender a gestionar ciertos procesos y por tanto podrás ir adquiriendo ciertas habilidades importantes para convertirte en un “slow investor” de la inversión inmobiliaria.

Comprar algo tan sencillo como un garaje va a requerir por tu parte que:

  • Negocies un precio de compra.
  • Entiendas como funcionan las agencias inmobiliarias si lo compras a través de una de ellas.
  • Vayas al señor notario por primera vez.
  • Gestiones un cliente de tu activo inmobiliario.
  • Gestiones tus primeros problemas (por ejemplo cuando el cliente te anuncia que se va porque ha encontrado una plaza más económica).

Es solo un ejemplo para que veas que el simple de hecho comprar un garaje te inicia en un camino que te va a llevar a pisar terreno desconocido.

Como ir en bicicleta, una vez adquieras ciertas habilidades, si las sigues practicando las podrás ir mejorando y poco a poco tendrás mayor capacidad para realizar inversiones más ambiciosas.

Si inicias el camino con una actitud de crecimiento personal, le pones foco e interés y tienes paciencia, podrás en unos años quizás crear:

  • Un patrimonio diversificado con varios inmuebles.
  • Incrementar exponencialmente tu conocimiento experiencial (esta última palabra lo cambia todo).
  • Haber tejido una red de contactos dentro del mundo de la inversión inmobiliaria (APIs, arquitectos, agentes de seguros, banqueros, operarios…) que te permitirán escalar tu negocio inmobiliario cada vez más rápidamente y con un riesgo menor.

Así que al invertir en inmuebles, de nuevo, practica el slow investing, evita pelotazos que te puedan herir y focaliza tu energía en adquirir un crecimiento gradual de tus conocimientos (experienciales) y al mismo tiempo de tu cartera de inmuebles.

Conseguirás más (a largo plazo) y sufrirás menos (¿qué mejor activo existe en este mundo que tu tranquilidad?).

3.- Practicando el slow investing al invertir en Empresas de nueva creación o Start-ups

Practicar el slow investing al invertir en start-ups parece algo paradójico. Pero en realidad no lo es. 
¿Start-ups y slow investing? Son palabras antagónicas, ¿no?, como gato y ratón, nieve y playa, Barça y Madrid, … 

Pero no tengo ninguna duda que los mejores inversores en start-ups practican el slow investing.

Mira.
Sólo hay una manera de tener éxito al invertir en start-ups de forma estructural.

La clave está en ser de los primeros a tener acceso a las mejores oportunidades de inversión.
Invertir en start-ups es un juego de acceso.

Si no tienes acceso pronto a una determinada start-up tendrás que pagar con un alto precio (es decir, invertir a una alta valoración) para poder formar parte de su cap table.

Alto precio de entrada = Peor rentabilidad potencial.

O peor aún, si no tienes acceso pronto a una determinada start-up invertirás en start-ups en las que los mejores no han invertido. Y por eso te llegan a ti esas oportunidades. 

Invertir en oportunidades que muchos han descartado = Menores posibilidades de éxito.

Así que no tener acceso hace que inviertas a valoraciones habitualmente caras o (mucho peor aún) inviertas en start-ups que “los que saben” nunca invertirían.

Y entonces, ¿como practicar el slow investing al invertir en start-ups?

Para practicar el slow investing, sólo tienes una opción: ganarte el acceso al ecosistema.

El acceso al ecosistema, es decir, a las grandes oportunidades es lo que marca la diferencia al invertir en start-ups.
Practica el slow investing y gánate este acceso (deberás invertir muchos años en tejer relaciones para conseguirlo).
Y luego, a los demás (como siempre) les parecerá que has tenido un «overnight success» o simplemente mucha suerte.
Los demás que hablen, tú a lo tuyo. Foto: Unsplash

¿Y cómo te ganas el acceso al ecosistema?

Hay dos maneras:
Una es mucho más compleja que la otra.

(1) Sé un emprendedor exitoso y automáticamente te has ganado el acceso:

Cuando ese ocurre, las mejores start-ups querrán que tú les inviertas. No por el dinero. Eso hoy en día no es tan difícil conseguirlo. Sino por el posicionamiento que obtiene la start-up al recibir inversión de un emprendedor exitoso.
Existen ejemplos infinitos de fundadores que una vez tienen cash invierten en empresas prometedores.

Pero claro, ahora me dirás. Alberto, pero eso es cómo si me dijeras que para ser un gran entrenador de fútbol es necesario haber sido un gran futbolista antes (pues sí, eso es lo que ocurre en la mayoría de casos en ambos mundos).

Bien. Hay otro camino. Más complejo y más slow investing.

(2) Si tú no puedes ganar acceso a esas inversiones debes ganarte el acceso a aquellos que tienen acceso:

¿Y quién tiene acceso?
Los grandes fondos de Venture Capital de cada país. Olvídate de fondos que empiezan. Tienen que ser fondos que vayan por su tercer o cuarto fondo. Y fondos que hayan tenido éxitos importantes en el pasado (te adjunto un enlace a uno de mis artículos donde podrás encontrar algunos de estos fondos exitosos) .
De nuevo, si no han tenido éxito en el pasado no pongas dinero en esos fondos porque los mejores emprendedores, sólo quieren recibir dinero de fondos que han sido exitosos en el pasado.

Así que si no eres un emprendedor exitoso para practicar el slow investing al invertir en start-ups, requieres de dos tareas.


1.- Gánate el acceso a los mejores fondos VC de tu país. Cuando más interesante sea tu perfil más posibilidades tendrás de que acepten tu dinero.

2.- Invierte con ellos a través de alguno de sus vehículos (normalmente tiquets mínimos de 100K euros o incluso mayores). Una vez inviertas espera sentado de 7 a 10 años que es el tiempo que habitualmente tardan en empezar a devolver el capital invertido.

De nuevo, los principios del slow investing aplicados en la inversión en empresas de nueva creación maximizará tus posibilidades de éxito.

  • Paciencia para cultivar relaciones con los gestores de los mejores fondos (ese acceso será tu principal ACTIVO).
  • Periodos largos de inversión (de 7 a 10 años).
  • 0 dolores de cabeza (para eso el gestor se lleva su 2% y un 20% de las futuras plusvaluas del fondo)

Si lo practicas, obtendrás (de nuevo) las grandes recompensas del slow investing.

  • Crearás activos con muy buena rentabilidad sostenible en el tiempo (los fondos de VC de los mejores cuartiles habitualmente multiplican x3 o más su inversión a 10 años vista).
  • Vivirás con mucho menos stress (verás tus inversiones desde una perspectiva en tercera persona al estar diversificado en tus inversiones y no tener que gestionar el enorme stress al que se ven sometidos los emprendedores).

Conclusión: Los grandes principios y beneficios del slow investing

Al invertir en renta variable, inmuebles o start-ups ten en cuenta los principios del slow investing y disfruta de sus beneficios:

  • Inversiones a las que aplicamos el «menos es más» (reduce tus inversiones a pocas pero con gran impacto).
  • Inversiones más profundas y difíciles de crear. Inversiones que requieran constancia (renta variable), conocimiento específico (inmuebles) o acceso (start-ups).
  • Inversiones más rentables (porque la mayoría no tiene ni el método ni la paciencia y por ello tú ganarás la rentabilidad que la mayoría dejará escapar al actuar «como pollos sin cabeza»).
  • Inversiones que te generan menos stress (al tener un sistema muy claro en tu cabeza surfearás por los problemas que tus inversiones tarde o temprano te causarán).

Slow, Flow, Slow, Flow, Slow, Flow

Al empezar a invertir define tu estrategia slow y luego fluye (flow).

Y luego vuelve a empezar.

Slow, Flow, Slow, Flow, Slow, Flow…

Y aprende.

Y sigue.

Slow, Flow, Slow, Flow, Slow, Flow…

Feliz travesía «slow investor».

Slow, Flow, Slow, Flow, Slow, Flow…


Foto que encabeza el post: Caracol: llévame muy lejos contigo (Unsplash)


Y en tu caso, ¿Practicas el slow investing? ¿El artículo ha resonado en ti? ¿Hay algo en lo que no estás de acuerdo? ¿Tienes alguna duda? ¿Nos lo cuentas en los comentarios?

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Por cierto, acabo de actualizar 2 de mis libros tanto en contenido como en continente. Obviamente son libros que siguen mi filosofía «slow investing». Descárgalos a través de los siguientes enlaces:

9 comentarios en «Descubre y practica el «slow investing»: mayor rentabilidad, menor sufrimiento»

  1. 0x10 = 0 vs 0+1 = 1

    Como diría nuestro sabio refranero: grano a grano se hace granero

    Gran artículo como siempre

    1. Gracias Julio!

      Me alegro que te aporte. 😉

      Otro refrán que podría servir para el artículo: «Vísteme despacio que tengo prisa».

      ¡Saludos!

  2. Hola Alberto!

    Me preguntaba hasta qué punto de reforma es «suficiente» y a partir de dónde nos pasamos de la ralla. He comprado un piso por 83k€ (hipoteca al 90% o 100%) y pretendo destinar unos 15k€ a reforma pero me da miedo excederme con ella.

    El piso tal y como está se puede alquilar pero no al tipo de perfil de inquilino que yo busco. Puedo acometer una reforma mas light (5-6k€) pero no mitigaría el único pero del piso, que es su luminosidad. Si acometo la reforma de 15k€ juntaria salon y cocina tirando paredes y dandole al piso mucha mas luz, ya que no es su fuerte. Así tambien quitaría el gotelé que visualmente creo hoy en dia da sensación de piso antiguo.

    Por lo demás es un piso céntrico, con instalación electrica cambiada hace 5 años, sin ascensor (33€/mes de comunidad) y en bastante buen estado.

    Mil gracias de antemano por tu opinión, cualquier ayuda es muy agradecida!

    1. Hola Álvaro,

      Es una muy buena pregunta. En general, como ya puedes intuir no hay una respuesta correcta o incorrecta en mi opinión.

      Lo que sí hay es un plan más o menos pensado.

      Para mí, la pregunta del millón aquí es: ¿qué tiempo vas a tener este inmueble en propiedad?

      Si crees que va a ser un periodo muy largo. Supongamos más de 10 años. Quizás sí que valga la pena acometer la reforma fuerte.
      Si tu plan es tener menos tiempo la vivienda el riesgo de una reforma más fuerte aumenta pues tienes menos tiempo de «amortizar» esa inversión.

      Recuerda también que las reformas, por experiencia, acaban incrementando su coste y aumentando el tiempo previsto de duración que al fin y al cabo son menos meses de ingresos.

      Saludos, enhorabuena por la adquisición y espero te ayude mi respuesta!

  3. Hace aproximadamente 15 dias llegue a tu blog. Comento recien hoy por el simple hecho de que he leido sin parar desde ese dia hasta la fecha. Primer, felicitar tu nivel de escritura, escribir es un arte, y la verdad, que sos MUY bueno en ello.
    Segundo gracias por compartir toda tu experiencia, me gusta la filosofía, la comparto, y aunque muchas veces no he actuado bajo la dicha premisa, aqui estoy, consumiendo conocimiento, aprendizaje de aquellos que tienen herramientas claras y concretas relacionadas.
    Tercero, tengo alguna duda. Hace dos años aproximadamente me propuse invertir en fondos indexados y etfs, de manera recurrente. Estoy en España. Y la verdad, quisiera saber que plataforma me permite automatizar el proceso para que mensualmente se realice, he probado etoro, pero me solicita montos de 1000 usd en adelante (por instrumento ej s&p500).
    Me gustaria encontrar algun otro broker o plataforma que me permita invertir de a menos montos. Que sea “confiable” y donde pueda preparar aquella pension que vengo planificando.
    Entiendo que no es la idea recomendar plataformas etc pero me seria de gran ayuda ver el COMO, de este slow investing, que tambien me he propuesto. Mil gracias nuevamente por impartir tus experiencias. Tu inteligencia y tu apertura. Saludos guido

    1. Gracias Guido por tu mensaje. Siempre aportan mucha energía este tipo de mensajes.
      En mi caso utilizo Renta 4 y me funciona bien.

      Espero te pueda ayudar a ti también.
      ¡Saludos!

  4. Hola Alberto! La verdad que manera de escribir tan amena! Me resulta ligero y atrapante leerte siempre, en tus newsletter o publicaciones!
    Hace tiempo que quiero invertir en fondos indexados y hace poco llegue a España, se que no eres de recomendar brokers, pero a quien creerle si no es a alguien que sigues hace tiempo? Siempre que busco y averiguo caigo en publicidad. Y algunos brokers que no dejan elegir carteras. Soy simple pero quiero opciones, tienes alguna sugerencia?
    Saludos y gracias por tanto

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