Carta a mis hijos: dinero, mariposas y aquello de lo que nunca te arrepentirás

Tengo 3.

13, 11 y 6 años.

El mayor empieza a interesarse por el dinero.
Y hace buenas preguntas.
Buena señal.

Ha empezado a leer “Padre rico, padre pobre

Ya ha entendido lo de los pasivos y los activos. La definición oficial. Y la buena. La de Kiyosaki claro.
La parte de los impuestos en las corporaciones le cuesta más.
Poco a poco.

Tranquilo hijo, a mí me sigue costando entender porque las empresas pagan menos impuestos que los empleados.

Pienso en cómo ayudarles.
Y mientras hacemos una partida al Catán me viene a la cabeza la preciosa carta que descubrí dentro del mejor libro que leí el pasado año (sí el de Morgan Housell).

Y me digo a mi mismo que  voy a escribir una carta a mis hijos.
Una carta para cuando tengan quizás 25 o 30 años porque a los 18 aún no hemos descubierto que pararse (o no) a observar el vuelo de una mariposa dice mucho de cómo pretendes vivir tu vida.

Son las 6 de la mañana.
Los tres duermen mientras su obsesivo padre sigue haciendo de las suyas.
Tecleo flojo para no despertarles.

Aquí va esa carta. Por supuesto la lleno de amor. Y se acumula tanto que es imposible cerrarla con un sobre.

A mis tres hijos: Dinero, mariposas y aquello de lo que nunca te arrepentirás

No persigas mariposas. Nunca las alcanzarás (Fuente: Unsplash)

Hijo,

Unos te dirán que el dinero apenas importa.
Otros actuarán como si el dinero fuera lo único que tiene valor en esta vida.
Probablemente, ambos están equivocados.

El dinero por supuesto que importa.
Igual que el oxígeno en un cuerpo.
Sin oxígeno no podemos funcionar.
Sin dinero tampoco podemos circular en esta sociedad que hemos creado en los últimos siglos.

Debes saber que en realidad sólo cuando empieces a ganar dinero sabrás qué importancia tiene para ti el dinero.

Supongo que ya te has dado cuenta que no sienta igual comprarte esa camiseta Tommy con dinero sudado por ti que con dinero sudado por tus padres.

Eso está bien.

Generar dinero es un buen ejercicio.
Te ayuda a entender muchas de las decisiones que tus padres y la mayoría de seres humanos tomamos cada día.
Y generar dinero por ti mismo te ayudará a hacer crecer tu autoestima.

Sin embargo con el dinero debes tener cuidado.

Algunos se confunden.
Especialmente aquellos que cambian su vida por dinero.
A medida que te hagas mayor si has trabajado duro es probable que tus oportunidades de ganar dinero crezcan.
¡Y pueden crecer mucho! Te lo aseguro.

Sí, sin duda es verdad aquello de que el dinero llama al dinero.
Pero también es verdad que es una carrera en la que siempre hay otro que corre mucho más rápido que tú.

Por ello, observa la carrera cómo un espectáculo en el que tu eres el protagonista de tu historia y en el que tu puedes definir hasta qué punto quieres llegar.

Al final con el dinero también ocurre como con las mariposas.
A veces, cuando más lo persigues más cuesta acercarte a él.

Por ello, hagas lo que hagas. Hazlo bien. Con calidad. Con esfuerzo. Y si lo haces de este modo tendrás más opciones de que el dinero llame a tu puerta. Aunque no hay garantías. Ya lo puedes imaginar a estas alturas de tu vida.

Por último deja que te hable de lo que es gratis y lo que no es gratis.

Muchos te lo dirán.
Si lees libros lo aprenderás rápido.
Tarde o temprano, habrá un momento que lo interiorizarás.
Lo más importante en esta vida es casi gratis: salud, amor, amigos, seguridad…

Pero hay algo que el dinero puede comprar e importa. Algo que no es gratis y que va permitirte disfrutar de lo importante: de todo aquello gratuito que acabamos de hablar.

Ese algo que importa y el dinero puede comprar se llama tiempo y atención.

Observa a tu alrededor. Verás que hay dos tipos de personas:

Las que usan el dinero para ganar tiempo y atención.
Y las que usan su tiempo y atención para ganar dinero.

En mi caso aspiro a ser del primer grupo. Aunque te aseguro que me cuesta horrores.
Y muchas veces me equivoco.
Creo que tus padres aún no somos lo suficientemente buenos.

Pero seguimos insistiendo.
Quizás en unos años seamos mejores.
No lo sé.

Eso espero al menos.

En todo caso, recuerda que no hay nada peor que tener éxito en una competición que en realidad nunca hubieras querido participar.

Hijo.
Tengas mucho o poco.
Sé honesto.

Y gana tu dinero de una forma que te haga sentir bien.

Y sobretodo, 
sé mejor que tus padres y usa el dinero especialmente para ganar tiempo (y atención).
Y luego regala ese tiempo a los que te rodean.

Hazles reír.
Dales amor.

De eso, nunca te arrepentirás.

Tus padres que siguen aprendiendo gracias a vosotros 3.


Y a continuación la carta en version original que escribió el autor de “The psychology of money“. (qué buenos son los gringos vendiendo 😉 ).

You’ll care about this one day.

My wife and I welcomed a son into the world on Sunday. It’s the coolest experience anyone could ask for. 

His only interest right now is keeping us awake 24/7. But one day — a long time from now — he’ll need to learn something about finance. When he does, here’s my advice. 

1. You might think you want an expensive car, a fancy watch, and a huge house. But I’m telling you, you don’t. What you want is respect and admiration from other people, and you think having expensive stuff will bring it. It almost never does — especially from the people you want to respect and admire you.

When you see someone driving a nice car, you probably don’t think, «Wow, that person is cool.» Instead, you think, «Wow, if I had that car people would think I’m cool.» Do you see the irony? No one cares about the guy in the car. Have fun; buy some nice stuff. But realize that what people are really after is respect, and humility will ultimately gain you more of it than vanity.

2. It’s normal to assume that all financial success and failure is earned. It mostly is, but only up to a point — and a lower point than many think.

People’s lives are a reflection of the experiences they’ve had and the people they’ve met, a lot of which are driven by luck, accident, and chance. Some people are born into families that encourage education; others are against it. Some are born into flourishing economies encouraging of entrepreneurship; others are born into war and destitution. I want you to be successful, and I want you to earn it. But realize that not all success is due to hard work, and not all poverty is due to laziness. Keep this in mind when judging people, including yourself.

3. This may sound harsh, but I hope you’re poor at some point. Not struggling, and not unhappy, of course. But there’s no way to learn the value of money without feeling the power of its scarcity. It teaches you the difference between necessary and desirable. It’ll force you to budget. It’ll make you learn to enjoy what you have, fix what’s broken, and shop for a bargain. These are essential survival skills. Learn to be poor with dignity and you’ll handle the inevitable ups and downs of financial life with ease.

4. If you’re like most people, you’ll spend most of your adult life thinking, «Once I’ve saved/earned $X, everything will be great.» Then you’ll hit $X, move the goalpost down the field, and resume chasing your tail. It’s a miserable cycle to be in. Save your money and strive to get ahead. But realize your ability to adjust to new circumstances is more powerful than you think, and your goals should be about more than money.

5. Don’t stay in a job you hate because you unwittingly made a career choice when you were 18 years old. Your dad shakes his head at college freshmen choosing a major to guide their lifelong careers. Almost no one knows what they want to do at that age. Many don’t know what they want to do until they’re twice that age.

6. Change your mind when you need to. I’ve noticed a tendency for people to think they’ve mastered investing when they’re young. They start investing at age 18, and think they have it all figured out by age 19. They never do. Confidence rises faster than ability, especially in young men. Learn the skill of changing your mind, discarding old beliefs and replacing them with new truths. It’s hard, but necessary. Don’t feel bad about it. The ability to change your mind when you’re wrong is a sign of intelligence.

7. The best thing money buys is control over your time. It gives you options and frees you from relying on someone else’s priorities. One day you’ll realize this freedom is one of the things that makes you truly happy.

8. The road to financial regret is paved with debt. Also, commissioned salesmen. But mostly debt. It’s amazing what percentage of financial problems are caused by borrowing. Debt is a claim on your future, which you’ll always miss, in order to gain something today, which you’ll quickly get used to. You’ll likely use some debt, like a mortgage. That’s OK. But be careful. Most debt is the equivalent of a drug: A quick (and expensive) hit of pleasure that wears off, only to drag you down for years to come, limiting your options while weighed down by the baggage of your past.

9. Your savings rate has a little to do with how much you earn, and a lot to do with how much you spend. I know a dentist who lives paycheck to paycheck, always on the sliver’s edge of financial ruin. I know another who never earned more than $50,000 and saved a fortune. The difference is entirely due to their spending.

How much you make doesn’t determine how much you have. And how much you have doesn’t determine how much you need.

Don’t become a money hoarder or a miser. But realize that learning to live with less is the easiest and most efficient way to gain control of your financial future.

10. Don’t listen to me if you disagree with what I’ve written. Everyone’s different. The world you grow up in will have different values and opportunities than the one I did. More importantly, you’ll learn best when you disagree with someone and then are forced to learn it yourself. (On the other hand, always listen to your mother.)

Now, please let me sleep. 


Feliz búsqueda de mariposas.

Foto que encabeza el post: ¿Las mariposas son felices? Foto: Unsplash


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2 comentarios en «Carta a mis hijos: dinero, mariposas y aquello de lo que nunca te arrepentirás»

  1. Hola y gracias.

    Ha sido un escrito con vida propia que además me ha hecho recuperar algo de mi olvidado inglés.

    Son consejos muy validos y atemporales.

    Un saludo

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