¡De mayor quiero ser como Marcos Vázquez! Guía para influencers que quieran sobrevivir al 2030

«Confidencias 1.300 días después de crear Inversor Directivo»

Hace 10 años descubrí a una serie de influencers digitales que tuvieron un gran impacto en mí.

10 años más tarde, el 80% de ellos han desaparecido.
El 80% de los influencers que sigues hoy, probablemente no existirán en 10 años.

En este artículo te cuento los motivos por los que la mayoría de influencers no consiguen tener carreras largas y comparto una serie de consejos para aquellos influencers y creadores que quieran sobrevivir al 2030.

¿Cómo acostumbran a nacer los influencers digitales?

Cuando hablo de influencers digitales me refiero a personas que han conseguido popularidad principalmente a través de plataformas digitales. Obviamente no me refiero a personajes públicos que han forjado su notoriedad en otros canales.

La historia de muchos de los influencers digitales acostumbra a seguir un mismo patrón.

Son personas inquietas que quieren expresar sus inquietudes, talentos, aprendizajes al mundo. Hace dos décadas esos perfiles existían igual que ahora obviamente, pero era mucho más complejo darse a conocer.

La aparición de los blogs, las redes sociales, las plataformas de podcasting o de vídeo han permitido que cada vez sea más fácil construir una comunidad alrededor de nuestras pasiones.

El camino del «influencer y creador digital»

Hay elementos comunes en el camino de los influencers. Veamos lo que suele ocurrir.

Fase 1.- El superpoder de lo gratuito: el enamoramiento del «primer momentum»

El camino del influencer acostumbra a empezar a través de la construcción de una audiencia. La audiencia se construyen en Twitter,  Instagram, Youtube, Blog, Newsletter, Podcast o Tik Tok…

Los nacimientos son muy bonitos. El influencer de turno empieza a destacar en un canal de difusión gratuito y su comunidad empieza a crecer.

No es raro que en pocos meses consigan decenas de miles de seguidores.

El foco que tienen en el canal escogido y su motivación acostumbra a ser muy alto. La droga de los likes les lleva en volandas. Y su cabeza piensa prácticamente todo el día en crear contenido de calidad y que conecte con su audiencia.

El creador y su audiencia están enamorados.

A medida que la audiencia crece llegan algunos mensajes de algunos haters… pero son pocos y la infinidad de mensajes de agradecimiento y admiración inundan el inbox del creador.

El ego del creador crece día tras día… ¡Qué bonito que es Internet!

Fase 2.- El crecimiento deja de ser exponencial

Los primeros cientos o miles de seguidores son los más difíciles. Pero una vez se llega a una determinada cifra (que depende del canal en cuestión), la calidad del contenido del creador le hace crecer de forma exponencial.

Es importante mencionar que muchos (de hecho la mayoría) de los que intentan ser creador digital no consigue llegar a esta fase.  Pero en todo caso, sí que hay una cantidad importante de «potenciales influencers» que saborean las mieles del enamoramiento del «primer momentum».

Pasados unos meses u años acostumbra a haber una desaceleración del crecimiento. El canal en cuestión sigue creciendo, pero no tanto. Cada vez es más difícil, el creador debe esforzarse mucho para seguir aportando valor a la audiencia.

El «low hanging fruit» cognitivo del creador ya ha sido compartido y por ello es necesario que el creador se esfuerce mucho más para crear el contenido con la misma calidad que el inicial.

Fase 3.- El gran salto: la monetización

Los creadores que no monetizan su audiencia acaban desapareciendo por motivos obvios.

Es decir, si uno quiere ser relevante durante décadas, debe monetizar de alguna forma sus creaciones (a no ser que sea pariente de la duquesa de Alba, obviamente).

Muchos no se atreven a monetizar porque o bien no saben qué vender, o bien no tienen agallas para hacerlo, o bien simplemente creen que serán capaces de mantener toda la vida su motivación sin tener ingresos de una actividad que les ocupa mucho tiempo mental y físico. ¡Falso! ¡ No te engañes a ti mismo! La única motivación vital y gratuita que existe es el amor a tus hijos (y no todos los padres lo mantienen).

Por otro lado, los que entienden e interiorizan que la monetización es necesaria entran en un camino no evidente. La de crear un modelo sostenible para todos. Para ellos y para su audiencia.

Ese salto es necesario.
Algunos lo dan.
Y algunos pasan el primer test.

Pero al saltar han entrado en un mundo nuevo y desconocido para ellos.
El mundo donde conviven «lo gratuito» y «lo de pago».

Ay, ay, ay… la cosa se empieza a poner interesante.

Fase 4.- Combinando «lo gratis» con «lo de pago»: empieza el «reto de verdad»

Crear contenido en el canal que destacas de forma «gratis» ya es un trabajo difícil por sí mismo.

De repente, los creadores se enfrentan al dilema de no solo crear contenido gratuito, sino de tener que crear contenido de pago.

Y ahí, amigo mío, es dónde empiezan los problemas.

La vida ya no es tan bonita.
El trabajo se multiplica.
Empieza a haber más haters y en muchas ocasiones (ojo ahí) el contenido de lo gratis ya no es tan cool por dos razones:

(1) a veces la calidad del contenido gratuito baja pues el creador invierte menos tiempo.
(2) los seguidores no quieren entender que su creador favorito quiera ganar algo de dinero (¿pero que se ha creído?, ¿de qué va?, ¿cómo puede ser que el señor corti_guay76 quiera monetizar su audiencia y poder pagar la escuela de sus hijos?…). Sin comentarios.

Fase 5.- «El gran problema» (de la mayoría)

Hay infinitas formas de monetizar una comunidad.

Pero uses la que uses, normalmente el problema más común de los creadores siempre es el mismo.

La calidad del producto de pago que ofrecen es deficiente.
Crear algo de pago que valga la pena es complicado.

La mayoría de creadores han creado una audiencia bastante rápido y creen que también serán capaces de crear un producto rápido.

Han leído «The lean startup» y creen que lanzar algo rápido y luego mejorarlo es el mejor camino…

Y lo aplican al pie de la letra.
Crean algo rápido de poca calidad (un curso, un pdf, un «libro», una membresía…). Lo que sea…

¡Y boom! ¡Lo lanzan!

Y por supuesto que se vende. Cuando tienes una comunidad que te valora no es nada difícil vender.

Y además, el feedback de sus compradores iniciales acostumbra a ser bueno.
¿Por qué?
Porque sus compradores iniciales son sus fieles seguidores. Siguen en modo enamoramiento y han idealizado tanto al creador que casi cualquier cosa les parece bien.

Y eso acostumbra a crear problemas importantes de largo plazo al influencer y creador.

El creador tiene un éxito inicial de monetización que le hace pensar que «monetizar es fácil».
Le hace pensar que no se necesita un gran esfuerzo para monetizar.

Ese éxito inicial podrá tener consecuencias fatales para el creador.
Le empujan a una cultura de trabajo incorrecta. Creen que no es necesario esforzarse suficiente. ¿Por qué esforzarse cuando se pueden ingresar decenas de miles de euros con un producto mediocre?

La zanahoria es muy atractiva y muchas veces las consecuencias de ese primer éxito económico pueden ser desastrosas a largo plazo.

Fase 6.- La sostenibilidad (del modelo de monetización)

Además, en muchos casos, «el coste en tiempo de mantenimiento» del modelo de monetización escogido impide a los influencers seguir creando contenido gratuito de calidad o crear nuevos productos de mucha calidad que ofrecer a sus seguidores y poder monetizar.

Y en ese momento suele empezar el declive.

Si la comunidad no sigue creciendo y el modelo de monetización tampoco lo hace… aparece Gabriel García Márquez con su «crónica de una muerte anunciada.»

La motivación del creador baja y de forma mucho más rápida baja la motivación de sus fieles seguidores.

¿Resultado? A pesar del éxito inicial no hay modelo a largo plazo y el creador empieza a dar bandazos con nuevos productos que en el mejor de los casos demoran su caída en el tiempo.

Y repito, el problema es siempre el mismo.
La calidad de los productos de pago no es suficientemente buena.

Un influencer digital debe obsesionarse con el «life time value» de sus primero clientes. Es decir, cada cliente que le compra un producto o servicio debe con el tiempo comprarle sus nuevos productos y servicios… y eso pasa por crear productos de pago muy buenos…

Algunos lo único que hacen es vender el mismo producto (de calidad «normalita» por ser educado) a nuevos clientes. ¡Craso error! A corto y medio plazo funciona porque llegan nuevos clientes por supuesto…

… Pero lo único sostenible a largo plazo es crear un modelo de negocio digital donde tus clientes «prácticamente compran todo lo que haces» porque saben que lo que haces es único y con unos «altos estándares de calidad».

Éste es el modelo. Es un modelo que a medida que pasa el tiempo tu oferta de productos aumenta y tus ingresos también pueden hacerlo.
Es un modelo que puede ser mucho más listo que el de conseguir nuevos clientes (invirtiendo mucha publicidad) y quemar a muchos de ellos.

Fase 7.- Errando el precio de tus «info-productos»: tu cliente es «listo» de narices y sabe lo que valen las cosas. Sé caro pero justo

Fíjate que no he hablado de precio.

El precio (siempre) es un factor secundario.

El fan de un buen creador está dispuesto a pagar un precio alto para un buen producto del creador al que sigue.

Pero el fan no es tonto y sabe lo que valen las cosas.
Tu seguidor entenderá (y pagará sin pestañear) un precio en el rango alto aceptable por un producto de mucha calidad.

Hay dos errores respecto al precio que nunca debes cometer:

1. Tu seguidor nunca entenderá un precio bajo por un producto de mala calidad.
2. Tu seguidor se convertirá en tu principal enemigo cuando lanzas un producto por un precio (muy) alto con baja calidad.

Déjame ponerte algunos ejemplos:

Sobre los libros:

Acabo de invertir con mucha ilusión 24 euros por la biografía (un tocho) de Elon Musk escrita por Walter Isaacson.

Personalmente, no tengo problemas por invertir esa cantidad en un libro de calidad de mis creadores preferidos (a ver si me aplico el cuento y subo pronto los precios de mis libros 😉 ).

Lo que no tiene sentido (en mi humilde opinión y por favor que nadie se me ofenda) es vender un documento pdf a 150 o 190 euros. Por muy bueno que sea y por muy cambiavidas que sea. Eso a largo plazo no creo que haya modelo que lo aguante (aunque a lo mejor me equivoco).

Sobre los cursos:

La gente entiende que el soporte es caro y que un curso obviamente es mucho más caro que un libro. Hasta aquí todo bien.
Pero la gente no entiende pagar miles de euros por un curso hecho deprisa y corriendo y con un soporte de baja calidad. No hay mucho más que añadir.
Solo los cursos potentes, con gran soporte, con gran mantenimiento, con gran foco, duran décadas… y aportan mucho valor a los clientes. Como cliente abstente de hacer «de conejillo de indias» de cursos muy caros que se lanzan por primera vez. Huye de ellos.

Sobre las membresías:

La gente «normal» entiende que pagar mensualmente es una forma de ayudar a los creadores a que sigan creando contenido.

Pero, por poner un ejemplo, la gente no entiende pagar 100 euros al mes por recibir un email semanal de 500 palabras. Y claro que es posible vender los milagros de ese email semanal… pero a largo plazo… no se aguanta.

Las buenas membresías tienen un churn (tasa de abandono) bajo. Antes de suscribirte a una, intenta averiguar el churn de la misma. El creador te compartirá del dato sin problema si es bajo (porque está orgulloso de su membresía). Si el churn es alto se irá por los «Cerros de Úbeda»).

Sobre la monetización a través de plataformas que no controlas:

Hay otro problema.

Hoy Youtube permite que un creador con 100.000 suscriptores pueda ingresar de 500 a 3.000 euros mensuales con la propia publicidad de la plataforma.

Es evidente que en el futuro para generar esas rentas mensuales se necesitarán muchos más suscriptores
¿Por qué? Porque todos los canales «llegan a puntos de saturación» y el «mercado cada vez es más competitivo».

Mientras lees esta frase hay muchísimos «chavales (y no tan chavales) que están empezando en Youtube»… la mayoría fracasarán obviamente pero algunos tendrán éxito y quitarán una parte del pastel al creador que hoy existe.

La cuestión es si YouTube será capaz de crecer en usuarios a la misma velocidad que lo hacen su comunidad de creadores. Lo dudo, de hecho en 2022 decreció su audiencia durante algunos meses…

Como creador vigila en hacer depender tus ingresos de una fuente que no controlas. El algoritmo cambia y en días se acabó…

Hubo empresas top que vivían del SEO y que un cambio de algoritmo de Google (o una sanción) acabó (o casi) con ellas. Softonic es un buen ejemplo (por cierto, tras muchos años sufriendo parece que está reinventándose).

Fase 8.- La muerte del creador digital: «Estoy saturado, quemado… no puedo más»

Cuando la comunidad y los ingresos empiezan a decrecer, la «muerte» se aproxima…

Pero no te engañes… esa no es la causa de la muerte del creador digital.

La verdadera causa de la muerte del influencer es casi siempre la misma: «se queman».

¿Y por qué se queman?

• Porque crean modelos con buen impulso inicial pero que no son sostenibles a largo tiempo.
• Porque sus clientes «se quejan» (algunos con razón).
• Porque se desfocalizan. Empiezan a abrir nuevos canales gratuitos para conseguir más audiencia y su trabajo se multiplica y «han perdido su toque y su magia» (no se puede crear magia cuando uno está agotado).
• Porque no saben evolucionar. Es muy aburrido hablar siempre de lo mismo. Tanto para el creador como para la audiencia.
• Porque a pesar de «trabajar como bestias» se sienten fracasados (a pesar de seguir facturando muchos miles de euros en algunos casos).

El antídoto: Busca tu referente

En la vida necesitamos referentes. Personas a «las que imitar» que nos puedan inspirar.

Nunca copies, no sirve.

Pero sí inspírate en alguien que ha hecho lo que tú de alguna forma, pretendes hacer.

Aquí te lanzo algunos de mis consejos basados en «mi creador referente»: Marcos Vázquez de Fitness Revolucionario.

Personalmente, aún no he durado décadas porque «empecé en serio» hace unos tres años, pero espero aprender de los mejores y de los errores de los demás.

Marcos escribió su «primer post» el 13 de agosto del 2011 con un artículo llamado «El secreto para bajar de peso» (el Marcos de hoy no creo que utilizara este título 😉 ) y poco a poco ha ido creando una de las comunidades más grandes de habla hispana en el mundo de la salud.

Lo bueno del caso de Marcos es que su crecimiento (basado en lo que él comparte) ha sido muy regular. Empezó poco a poco. Al inicio, durante bastantes años, facturaba bastante menos que otros influencers que «parecían» tener mucho más éxito comercial.

Pero él siguió a lo suyo, con una gran ética, trabajando como «una bestia» (muchos se quieren pasar al online porque creen que trabajarán menos… «ilusos») y aportando un valor increíble.

En una entrevista recién en Balio, Marcos compartió con su habitual discreción sus finanzas personales. Montó una empresa no hace tantos años, imagino que cuando ya no tenía sentido ser un autónomo, y por los números que comparte él mismo, sus ingresos anuales están cerca de las 7 cifras.

Pero lo mejor de todo es que podría vender mucho más y no lo hace.

No lo hace porque «es un tío muy listo» y le encanta «dormir lo más tranquilo que puede» y sabe que su proyecto durará «hasta que él quiera» (probablemente toda su vida).

Entiende que es mejor ganar «un millón» durante cuarenta años seguidos que ganar tres millones durante tres años.

Por ello, me parece un referente.

Que nadie quiera ser cómo él por favor.
Tranquilos, es de carne y hueso y por supuesto que tiene defectos. Pero es necesario tener modelos que pueden ayudarte a encontrar «tu propio camino».

Aquí algunos consejos influenciados por su recorrido de más de una década.

¿Cómo ser un influencer y creador digital y tener éxito durante décadas?

Recomendación 1.- Al empezar: busca tu «superpoder», busca lo que te hace especial y encuentra «tu canal gratuito»

Piensa donde realmente puedes destacar.

Define un plan, trabaja como una bestia (parda) y regálate un año para tener resultados.

En mi caso escribí esto en mi Evernote en abril de 2019 (escribir para ti siempre vale la pena – si no lo has probado empieza) :

Y a continuación el pantallazo del momento en que creé «mi visión». El «aha» moment.

Ese día de abril de 2019 fue importante para mí.

«Voy a escribir 50 artículos en 1 año de mucha calidad acerca de inversión largoplacista. Y seguro que me ocurrirán cosas positivas.»

Pero procastriné casi un año entero.

Escribí un par de artículos en 2019 y me cansé.

Y en febero 2020 dije basta. Ahora voy a cumplir mi plan. Y ocurrieron «muchas cosas».

Aunque después de «empezar en serio» tardé más de 3 meses en conseguir mi primer suscriptor a la newsletter. Todo cuesta mucho.

Pero finalmente un día llegó un suscriptor no sé muy bien de donde y poco a poco cada día iban llegando más por el boca a boca (ahora ya somos más de 14.000).

Al principio no hay secretos. Es un sprint. Y eso es duro. Pero debe sor solo un tiempo para hacerlo sostenible.

Si sigues al pie de la letra tu plan y no traccionas en unos meses cambia de canal.

Quizás piensas que eres un gran escritor pero tus artículos no interesan a nadie o quizás te crees muy gracioso pero nadie se ríe de tus gracias en YouTube. A veces nos creemos mejores de lo que realmente somos. No pasa nada. Pero baja tu ego para reconocerlo.

Como te he comentados, Marcos Vázquez creó su blog Fitness Revolucionario en 2011 y durante un año lo compaginó con su cargo de socio en consultoría.

Como exconsultor te aseguro que los horarios de consultoría no son reducidos. El primer superpoder de Marcos fueron los artículos de su blog. Luego vino su podcast  (Radio Fitness Revolucionario) que empezó en 2014 cuando los podcast no existían y nadie sabía lo que eran.

En mi caso mi base son los artículos. Como el que estás leyendo. Invierto muchas horas para crear artículos que son útiles hoy y lo seguirán siendo en cinco años.

Y tengo la suerte de que escribir es duro y pocos se toman el tiempo necesario para hacerlo.😉
La competencia con los blogs cada vez es menor… la gente se va a los otros medios porque crecen mucho y son menos duros para el creador.

Hagas lo que hagas tienes que tener un «superpoder» que ofrecer gratis a los demás para darte a conocer.

Algunos ejemplos.

• Isra Bravo, Newsletter diaria.
• Alberto Macrowizard, Instagram.
• Ali Abdal, You Tube.
• Inversor Directivo, sus artículos (uy, ese soy yo 😉 apaga un poco tu propio ego cariño).
• Marcos Vázquez y su podcast (80.000 oyentes por episodio en el momento que escribo estas líneas)

Busca algo e intenta ser el mejor ahí. Y eso cuídalo mucho. No te distraigas. Eso es tu «core». Nunca bajes la calidad en tu core. Puedes renunciar a todo lo demás (otros canales) pero cuida mucho tu superpoder.

Recomendación 2.- Trabaja tu columna vertebral y evoluciona

O creces o morirás.

Debes tener cosas interesantes que contar. Y debes evolucionar. Sino tu audiencia no evolucionará contigo.

Marcos Vázquez de repente sacó un libro de… ¡estoicismo!. What?

Lo hizo porque a él le interesaba y sabía que podía impactar en el campo de la salud mental. ¿Resultado? Decenas de miles de libros vendidos y un aumento de posicionamiento brutal para él. Punto final.

Marcos tiene columna vertebral: es ingeniero y ex-consultor (tengo que reconocer que yo también soy ambas cosas).

Ojo con los más jóvenes que tienen un éxito fulgurante y carecen de columna vertebral. La notoriedad temprana puede ser compleja de gestionar.

«A un mono se le ve el trasero cuando sube a un árbol» (una genial frase que le escuché a un gran directivo).

Si tienes éxito rápido debes cultivarte… cuando subes a un árbol (notoriedad) se verán tus defectos… es innegable que todos los tenemos… pero crece y aprende rápido.

Tu audiencia espera mucho de ti. Y sólo se lo podrás dar si sigues evolucionando.

Recomendación 3.- Controla la agresividad de tus mensajes y no quemes la tierra cada vez que vendas

Sé tu mismo. Maximiza el life time value de tus clientes.

Si no eres agresivo en tu vida, no lo seas en tu negocio online.

Se puede ser un buen director comercial siendo educado, calmado y reflexivo…

No copies técnicas que no resuenan en ti.

Si vendes un curso tres veces al año, por favor, no me digas que es una oportunidad que ya no tendrás…

No quemes la tierra cada vez que quieras vender algo.

Marcos no vende. Marcos comunica. Y sí, lo puede hacer de esta forma porque tiene cientos de miles de fans… tú no los tienes, lo sé… pero busca un equilibrio. Necesitas monetizar pero no a cualquier precio.

Debes entender el coste de esas ventas adicionales que vas a conseguir. Recuerda que puedes ver lo que vendes, pero no puedes ver lo que «quemas». No te pases de agresividad.
Vender es importante, ahora y en 10 años.

Al vender, piensa especialmente en tu próxima venta (no solo en la actual). Sé coherente y sobre todo…
… no mientas.

La gente tiene mucha más memoria de lo que crees.

Ah! Y deja de utilizar técnicas americanas. Aquí somos latinos y nos gusta la paella y el verdejo.

Recomendación 4.- Siempre trabajo «para el corto» y «para el largo plazo» en paralelo. Renuncia a un montón de canales

Como te he dicho, el secreto (jajaja me parto con esta palabras que no dicen nada) mejor guardado del mundo online es:

1.- Conseguir tener un canal gratuito (el que sea) y sostenible (que puedes mantener eternamente) donde eres muy bueno. Esa será la fuente de nuevos seguidores.

2.- Conseguir crear de forma recurrente productos de pago (los que sean) extraordinarios y que incrementen el life time value de tus fans.

El éxito es 1 + 2.

El éxito no es solo el punto 1. Típico de «grandes expertos» con cientos de miles de seguidores en RRSS que no saben que hacer con ellos.

El éxito no es solo el punto 2. Típico de «grandes escritores» que aún no han entendido que en España se publican 80.000 libros cada año y que la única forma de vender libros es, o bien, llamarte Javier Cercas y escribir como los ángeles, o bien, tener una comunidad.

Por ello, sé metódico. Ten un calendario.

• Define cuando trabajas para «lo gratis».

• Define cuando trabajas para «lo de pago».

Y si va traccionando, persiste mes tras mes, año tras año…

Obviamente, puedes ir evolucionando poco a poco pero por favor… no cometas el error más típico y empieces a desvíar la atención en abrir un montón de canales que te quitarán foco y calidad en lo que haces.

Recomendación 5.- Vive fuera del mundo online, controla tu ambición y aprende a «marcar tus límites»

Mi última recomendación.
Quizás la más importante.

A la gente no le importa nada tu vida. Sí, es duro, pero es así.
Incluso los que tienen millones de seguidores serán rápidamente olvidados.

Los estoicos lo tenían claro. Y por ello nos animaban a que no buscaramos con excesivo ahínco el prestigio y la fama. Son puros indiferentes preferidos. Mejor tenerlo que no tenerlos. Pero como no dependen de nosotros no hace falta perseguirlos como si no hubiera un mañana.

El mundo online es muy adictivo.

Cuando tienes «cierto éxito» siempre puedes hacer más. Siempre.

Si haces un vídeo semanal en YouTube y consigues 200.000 suscriptores, ¿por qué no hacer dos vídeos a la semana y conseguir 1 millón de seguidores en dos años?

Si ya has conseguido 10.000 seguidores en Twitter, ¿por qué no conseguir 20.000?

Si en mi caso soy capaz de escribir un «libro de calidad» al año, ¿por qué no intentar acortar los tiempos y publicar dos libros anuales…?

Para el carro.

Dos temas:

• 9 mujeres no hacen un bebé en 1 mes.
• Y segundo, y mucho más importante, recuerda y nunca olvides la frase de Maharbal a Aníbal : ¿sabes vencer pero no sabes disfrutar la victoria?

Estoy seguro que el bueno de Marcos Vázquez tiene «un Marcos Vázquez» americano con 10 veces más éxito (en cuanto a ingresos o otras métricas) que él.

O tu marcas tus límites y aprendes a ser «superado» por otros cada día o «no lo llevarás bien».

El tiempo que inviertes en una actividad no lo define el tiempo en el que trabajas en esa actividad. Lo define el tiempo que esa obsesión (digo actividad) ocupa en tu mente.

Analiza el coste de crear tu imperio digital y plantéate, ¿hasta que punto vale la pena?
Aprende a ser más mediocre y a no ser ultra-perfecto. Marca tus límites. Desconecta.

Di que NO a casi todo…

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Escribo estas palabras un domingo de Septiembre de 2023. Son las 9h26. Mi hijo pequeño juega al futbolín. Me ha dicho ya tres veces que si quiero jugar un partido con él.

Su padre le ha contestado que en diez minutos empezamos el partido.

Hoy que son las seis de la mañana de un miércoles de final de Septiembre y estoy revisando este artículo de más de 4.000 palabras soy consciente que ese partido de futbolín con mi hijo pequeño nunca llegó a jugarse.

Ese es el coste.

Y duele.

Los humanos cometemos errores y un exceso de ego y ambición acostumbra a estar en el orígen de la mayoría de ellos…

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Por mi parte, seguiré haciendo esfuerzos para equivocarme menos, para seguir aprendiendo, para seguir escribiendo…

… y el domingo que viene tengo partido.

Juega el equipo más importante de mi vida.

En el estadio de mi casa juega mi hijo de 7 años contra su padre. El ambiente se ha caldeado durante la semana. Le he dicho que probablemente no podrá ganarme porque soy un gran jugador de futbolín…
… se ha reído de aquella forma que sólo él sabe… y después ha añadido.

– No crec pare, porto dos mesos entrenant-me per aquest partit. (- No creo papá, llevo dos meses entrenándome para este partido).

¡2 meses y yo sin saberlo! ; ( (ese es el coste invisible).
¡Que gane el mejor!

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Post-data:

Antes de empezar el artículo pensaba que de mayor quería ser como Marcos Vázquez.
Después de escribir me he dado cuenta del verdadero reto:

¡De mayor quiero ser como mi hijo pequeño!

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Post-data 2:

En una década, probablemente ya con decenas de miles de nuevos lectores que habrán leído mis nuevos libros (o quizás no, vaya usted a saber) espero actualizar el artículo y te contaré si he conseguido que mi hijo de 17 años aún quiera seguir jugando conmigo al futbolín.

¿Sabes vencer, pero no aprovechas la victoria?

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Foto que encabeza el post: El micro sólo seguirá «funcionando» si piensas a largo plazo en ti, los tuyos y tu audiencia (en ese orden) (Foto: Unsplash)

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